viernes, 30 de noviembre de 2012

NOS MOVEMOS EN CONTRA DE LA EXCLUSIÓN


La mayoría de los niños y jóvenes que sufren de exclusión social tienen pocos recursos, caen en el fracaso escolar, que es un gran problema para poder tener un futuro digno.
Como educadores tenemos que encontrar herramientas de trabajo para motivarles y de esta manera hacerles ver la necesidad que hay en estudiar y poder reeducarles al mundo académico.

En 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención de los Derechos del niño. Se debe garantizar el cumplimiento de los derechos expuestos a continuación:

  • A tener derecho sin ser discriminado.
  • A gozar de una seguridad social.
  • A tener un nombre y una nacionalidad.
  • A disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
  • A recibir atención y cuidados especiales cuando el niño sufre algun impedimento físico, mental o social.
  • Al amor y a la familia.
  • A la educación.
  • A ser los primeros en recibir atención en situaciones de emergencia.
  • Al buen trato.
  • A la protección de todo tipo de discriminación y a la educación en la tolerancia frente a las diferencias.
 
Una de las herramientas que podemos utilizar para educar y motivar a los niños, sin duda es el deporte.
Como profesionales de la materia para poder realizar cualquier actividad deberemos tener un proyecto eficaz para poder enseñar a estos jóvenes valores de una forma diferente:


 1. ¿Qué se quiere hacer?
Elegir cualquier deporte que a los jóvenes les motive.




2. ¿Por qué  se quiere hacer?
Para conseguir que el deporte sea un gran medio para conseguir valores de desarrollo personal y social; integración, respeto, tolerancia, trabajo en equipo, responsabilidad, disciplina, cooperación... son cualidades que se pueden conseguir, de forma que estos valores se desarrollen y sigan en la persona y le ayuden a un desarrollo físico, intelectual y social y por una mejor integración en la sociedad.



3. ¿Para qué se quiere hacer?
El objetivo general es promocionar el ocio saludable en los adolescentes y jóvenes en riesgo de exclusión social y con carencia de recursos económicos, utilizando el deporte como medio integrador y de prevención como herramienta facilitadora para el aprendizaje de valores y hábitos sociales, dentro de su mismo entorno social.



4. ¿Cuánto se quiere hacer?
Las metas que se pretende son que los jóvenes sepan aceptar las normas y poderse integrar con más rapidez a la sociedad.


5. ¿Dónde se quiere hacer?
Debemos localizar el proyecto en un lugar determinado y en un área concreta. Sería conveniente observar si en esa zona existen grupos de exclusión social. Con la ayuda de instituciones será más fácil el tener a disposiciones lugar apropiados para las actividades, como patios de colegio, pabellones, parques...

 
  









6. ¿Cómo se va hacer?
A partir de los objetivos a realizar realizaremos una manera de jugar para que todos puedan entender las normas del juego y asi les resulte más fácil y cómodo realizar la actividad.



7. ¿Quiénes lo van hacer?
Serán los responsables de la actividad y guiarán a los chicos para que les sea más fácil realizar las actividades.



 







 8. ¿Con que se va hacer?
Será el material con el que trabajaremos. Dependiendo de la actividad requeriremos diferentes materiales.
 


9. ¿Cómo se va a costear?
La pregunta es clara que ayuda económica va a tener el proyecto por parte de fundaciones, asociaciones e instituciones.

 

martes, 27 de noviembre de 2012

PRESENTACIÓN


Subjetivamente, integrar es aceptar a las personas tal como son, con sus defectos y virtudes, sabiendo que cada una es diferente de la otra y que, a su propia manera, todos contribuimos a formar una sociedad tolerante y mejor.



Hoy en día, están aumentando las desigualdades entre la sociedad. Estamos rodeados de casos de recortes presupuestarios en materias sociales, inmigración, desahucios… son ejemplos de grupos de riesgo de exclusión social. Personas sin recursos económicos, con patologías, con discapacidades, inmigrantes, personas mayores, desempleados, son algunos de los grupos más sensibles en caer en exclusión social.





El problema que surge con estos grupos es el seguimiento que se les ofrece por parte de las instituciones que son escasos o nulos y hay problemas sociales de aislamiento y poca comunicación. Además, las soluciones que suelen ofrecer las instituciones solo se limitan a cubrir necesidades básicas como la alimentación y alojamiento en forma de comedores sociales o albergues. Y dejando de lado otros aspectos como la posibilidad de integración en la sociedad.


 

Las personas con riesgo de exclusión social pueden aprender valores sociales a través del deporte.